EL GLUCÓGENO (CARBOHIDRATOS)
Prácticamente la totalidad de los glúcidos (carbohidratos) que consumimos son transformados en glucosa y absorbidos por el intestino. Posteriormente pasan al hígado donde son transformados en glucógeno, una sustancia que sirve como reserva de energía para ser usada en los períodos en que no haya suficiente combustible disponible en el cuerpo.
Según se va necesitando, el glucógeno se convierte en glucosa, que pasa a la sangre para ser utilizada en los diferentes tejidos.
También se almacena glucógeno en los músculos, pero esta reserva de energía sólo se utiliza para producir energía en el propio músculo ante situaciones que requieran una rápida e intensa actividad muscular (situaciones de huida, defensa, o de altas pulsaciones).
El glucógeno se almacena hasta una cantidad máxima de unos 100 gr. en el hígado y unos 200 gr. en los músculos.
Si se alcanza este límite, el exceso de glucosa en la sangre se transforma en grasa y se acumula en el tejido adiposo como reserva energética a largo plazo, cauchitos…..
Consumir carbohidratos será siempre básico para proveer energía a nuestras funciones metabólicas básicas. Y si no se tiene suficiente glucógeno durante el ejercicio, no rendirás igual, te agotaras más rápido, consumirás parte de ese valioso tejido muscular que te ayuda a quemar grasa y a verte en la mejor forma (una de la razones por la apariencia esponjosa de la musculatura femenina y no más firme), además de atentar seriamente contra tu sistema inmunológico.
Prácticamente la totalidad de los glúcidos (carbohidratos) que consumimos son transformados en glucosa y absorbidos por el intestino. Posteriormente pasan al hígado donde son transformados en glucógeno, una sustancia que sirve como reserva de energía para ser usada en los períodos en que no haya suficiente combustible disponible en el cuerpo.
Según se va necesitando, el glucógeno se convierte en glucosa, que pasa a la sangre para ser utilizada en los diferentes tejidos.
También se almacena glucógeno en los músculos, pero esta reserva de energía sólo se utiliza para producir energía en el propio músculo ante situaciones que requieran una rápida e intensa actividad muscular (situaciones de huida, defensa, o de altas pulsaciones).
El glucógeno se almacena hasta una cantidad máxima de unos 100 gr. en el hígado y unos 200 gr. en los músculos.
Si se alcanza este límite, el exceso de glucosa en la sangre se transforma en grasa y se acumula en el tejido adiposo como reserva energética a largo plazo, cauchitos…..
Consumir carbohidratos será siempre básico para proveer energía a nuestras funciones metabólicas básicas. Y si no se tiene suficiente glucógeno durante el ejercicio, no rendirás igual, te agotaras más rápido, consumirás parte de ese valioso tejido muscular que te ayuda a quemar grasa y a verte en la mejor forma (una de la razones por la apariencia esponjosa de la musculatura femenina y no más firme), además de atentar seriamente contra tu sistema inmunológico.